Dominio del Aguila es un sueño hecho realidad en la Ribera del Duero por el enólogo Jorge Monzón y la arquitecta Isabel Rodero. Los inicios remontan al año 2010: un proyecto joven con viñas más que centenarias entre sus activos.
Jorge se forma en las regiones vinícolas de Burdeos y Borgoña y trabaja durante dos años en la cercana Domaine De La Romanée-Conti. En su vuelta a España destaca su paso por Vega Sicilia y luego casi una década en Arzuaga.
En 2013 decide volcarse a tiempo completo en Dominio del Águila. Su dedicación es premiada enseguida, con un tinto reserva de viñas muy viejas, Canta la Perdiz, que ese mismo año alcanza los 98 puntos Parker.
30 Hectáreas del imprescindible Tempranillo, y también Blanca del País, Bobal, Garnacha, Albillo y Tempranillo Gris, mimadas con métodos tradicionales y ecológicos, enevejecidas en el mejor roble en las profundidades de antiguos lagares, pisadas sin despalillar a la antigua usanza dando lugar a vinos con vocación de excelencia.
Destaca el Dominio del Águila Reserva, que en su mejor añada compartió la cumbre de los D.O.Ribera del Duero, empatando a puntos con un caldo de culto como el mismísimo Pingus.